Microsoft ya es dueño de Activision Blizzard, uno de los gigantes de la industria de los videojuegos. Después de un arduo proceso que duró más de 20 meses y enfrentó numerosos desafíos legales, la compañía de tecnología finalmente logró obtener la aprobación de las agencias reguladoras de todo el mundo y completar la transacción por la asombrosa cifra de 68.700 millones de dólares. Esta adquisición coloca a Microsoft en una posición aún más sólida en el mercado de los videojuegos y le otorga la propiedad exclusiva de algunas de las franquicias más populares y exitosas de la historia.
El camino hacia la adquisición
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft fue un proceso largo y complicado. Desde el anuncio inicial hasta el cierre de la operación, pasaron más de 20 meses llenos de batallas legales y negociaciones. La empresa tuvo que enfrentarse a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) y obtener la aprobación de la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) antes de finalmente obtener todas las autorizaciones necesarias para concretar la adquisición. Esta larga travesía demuestra el compromiso de Microsoft con la operación y su determinación para superar todos los obstáculos en el camino.
“Hoy le damos oficialmente la bienvenida a Activision-Blizzard y sus equipos a Xbox. He admirado durante mucho tiempo el trabajo de Activision, Blizzard y King; con todo el impacto que han tenido en el gaming, es increíble dar la bienvenida a equipos legendarios a Xbox”, dijo Phil Spencer, el jefe de Xbox, en sus primeras declaraciones tras el cierre de la operación.
El impacto en el mercado de los videojuegos
La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft no solo es histórica en términos de su costo, sino también en cuanto a su impacto en el mercado de los videojuegos. Con esta operación, Microsoft se convierte en la dueña exclusiva de franquicias icónicas como Call of Duty, Diablo y Warcraft, lo que le brinda un control significativo sobre el futuro de estas sagas. Aunque Microsoft ha asegurado que seguirá lanzando juegos de estas franquicias en todas las plataformas, incluyendo PlayStation y Nintendo, es probable que tome decisiones estratégicas específicas para cada nuevo título en función de su visión a largo plazo.
Además de las franquicias mencionadas, la adquisición también incluye la propiedad intelectual de otros títulos exitosos como Overwatch, Hearthstone y World of Warcraft. Estos juegos, junto con los estudios de desarrollo y las tecnologías asociadas, ahora forman parte del amplio portafolio de Microsoft en la industria de los videojuegos.
El futuro de Xbox y Game Pass
La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft tiene un impacto significativo en la estrategia de Xbox y su servicio de suscripción Game Pass. Desde el cierre de la operación, Microsoft ha dejado claro que tiene la intención de llevar las franquicias de Activision, Blizzard y King a Game Pass y otras plataformas. Si bien aún no se han dado detalles específicos sobre la fecha de lanzamiento de estos juegos en el servicio, se espera que comiencen a llegar en los próximos meses.
“Hoy comenzaremos a trabajar en llevar las queridas franquicias de Activision, Blizzard y King a Game Pass y otras plataformas. Compartiremos más sobre cuándo puedes esperar jugarlos a lo largo de los próximos meses”, anunció Microsoft.
Esta estrategia tiene el potencial de impulsar aún más la popularidad y el alcance de Game Pass, que ya cuenta con una amplia selección de juegos de alta calidad. Al agregar las franquicias de Activision Blizzard al catálogo, Microsoft ofrece a los suscriptores una experiencia de juego aún más atractiva y diversa.
Los estudios y empresas involucrados
Microsoft ya es dueño de Activision Blizzard y no se limita solo a las franquicias o los juegos. También implica la incorporación de más de 20 estudios de desarrollo y varias empresas relacionadas con la industria de los videojuegos. Algunos de los estudios más reconocidos que ahora forman parte de Microsoft son Treyarch, Infinity Ward y Raven Software, responsables de la franquicia Call of Duty. Estos estudios se unen a otros equipos de desarrollo de renombre como 343 Industries (Halo), The Coalition (Gears of War) y Bethesda Game Studios (The Elder Scrolls, Fallout).
Además de los estudios de desarrollo, Microsoft también adquiere empresas importantes para la industria de los videojuegos, como Demonware, que se especializa en la construcción de tecnologías para juegos multijugador. Esta adquisición fortalece aún más la posición de Microsoft en el ámbito de los juegos en línea y los esports.
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